Mucho se ha hablado de la escritura, los escritores y los creadores en general; de las costumbres de cada uno. En efecto, sus gustos son y han sido muy diversos. Tanto que incluso podría decirse que no hay dos escritores iguales. Unos son más productivos que otros, o más exitosos, o ambas cosas, pero, como dice este artículo, casi todos ellos tienen en común una serie de hábitos que les ayudan a llevar a cabo sus tareas.

En los últimos tiempos, especialmente en este mes en el que se desarrolla el NaNoWriMo (el reto de escribir un libro de al menos 50.000 palabras en lo que dura noviembre), se ha incidido en la necesidad de crear hábitos como el mejor aliado para mejorar la productividad. Al ser la escritura, especialmente la de novelas u otras obras extensas, una carrera de fondo, hemos confeccionado la siguiente lista de consejos:

1º Busca tu espacio. Que sea un lugar donde te encuentres cómodo, tranquilo, alejado de estímulos distintos a la escritura. Para no viciarte, procura que no sea el mismo sitio donde lees, trabajas o, como apunta Gabriella Campbell en su manual de revisión de estilo, donde luego vayas a corregir.

2º Ponte un horario que se adapte a tu modo de vida y cúmplelo. Si esto te agota, o te resulta demasiado, baja el listón. No conviene rebasar nuestros propios límites.

3º Sé generosa con los descansos, especialmente en las jornadas de varias horas. Pero tampoco te pases.

4º Crea rituales que te enriquezcan y te ayuden a concentrarte. Preparar té a media mañana, dar un paseo, visitar a algún amigo, echar la siesta después de comer (sin pasarse, recuerda el punto anterior), jugar una partida a las damas antes de empezar, revisar el correo solo un par de veces al día.

5º Ten un plan B para esos día malos en los que no te sale nada. No siempre vamos a estar al 100%, así que ten siempre a mano una alternativa que te libere de tu trabajo por unas horas: una visita a un museo/parque/monumento, ir a una cafetería o rincón que nos motive, etc.

6º Declárale la guerra a las distracciones. Apaga el teléfono, encierra la consola bajo llave y entierra tu tablet en el jardín. Si no te resulta tan sencillo, aquí tienes varias aplicaciones para ayudarte a vencer la procrastinación.

7º Medita y/o haz yoga. Aunque solo sea 30 minutos al día. Te ayudará a concentrarte y darle nuevas perspectivas a tu trabajo. También sirve para prevenir los temidos dolores de espalda.

8º No olvides dejar hueco para esas otras cosas importantes en tu vida: familia, pareja, amigos, mascota, trabajo (el que da dinero), hobbies. Muy importante, no dejes de hacer deporte ni de leer.

9º Asegúrate de que te encuentras en un momento de tu vida en el que puedas terminar el libro que empieces. Si tienes posibles eventos a la vista capaces de romper por la mitad tu planificación, piénsatelo antes de embarcarte.

10º Cambia el chip cuando hayas terminado. Sé consciente de que la mente sufre un gran desgaste tras escribir un libro y que, por lo tanto, va a necesitar un periodo de descanso que te permita desconectar lo suficiente antes de volver a empezar.