Cómo alcanzar el clímax literario (para vender más libros)
Antes de nada, este post está dedicado única y exclusivamente a la venta de libros. Sabemos que el título puede dar lugar a ciertas confusiones, pero es posible que nos estemos viendo influenciados por la temática de nuestro siguiente artículo sobre hibridación de géneros: el romance. Lo advertimos para que nadie se lleve un chasco.
No, en este post vamos a hacer una guía que responde a una pregunta recurrente: «¿Cuándo es el mejor momento para publicar mi novela?». Vamos a analizar las fechas tradicionales, sus ventajas e inconvenientes, así como las múltiples particularidades y excepciones que pueden darse.
Sirva como aclaración que vamos a basarnos en el calendario de España, que es el mercado que mejor conocemos. Si eres de otro país, trata de adecuar esta guía a tu calendario. En realidad, no es tan diferente en las distintas partes del mundo. Más adelante en el artículo, una vez que hayamos repasado el año, tendremos en cuenta otro tipo de consideraciones. Mejor, léelo todo. O eso, o vente a vivir a Autorquía; aquí todo el año es buena época para publicar.
Enero prohibido
Como ya veremos, enero es un mes en el que, en principio, no parece buena idea publicar nada. Ni siquiera en España, donde todavía resta un día para hacer regalos: de hecho, el día grande de los regalos: el 6, Día de Reyes. El motivo de esto es porque, como veremos más adelante, los lanzamientos destinados al periodo navideño deben hacerse bastante antes. Publicar a principios de enero solo por Reyes no parece una estrategia demasiado sólida.
El resto de este mes contiene la tan temida cuesta de enero, en la que una buena parte de los compradores están sufriendo las consecuencias de demasiados días seguidos de regalos, fiestas y demás gastos. Y si no hay dinero para nada, menos para libros *suspiro*.
Febrero y el amor
Hay una excepción a lo que hemos dicho en la sección anterior: finales de enero. No, no nos hemos vuelto locos. Resulta que, si el año lo permite, no es mala idea lanzar nuestro libro del 29 al 31 de enero para que esté disponible cuando se hayan cobrado las nóminas de febrero.
¿Qué hace que sea tan importante este mes? En principio, parece poco amable para el consumidor, pero para eso el marketing creó San Valentín. Efectivamente, el Día de los Enamorados es una de las fechas señaladas del año para hacer regalos. ¡Y qué mejor forma que demostrar amor eterno que regalando un buen libro!
En marzo calentamos motores
Marzo pasaría desapercibido de no ser por dos cosas: una segura y otra variable. La segura es el Día del Padre: el 19 de marzo. La variable es la Semana Santa, que a veces se adelanta, como es el caso de este año, que cae en la última semana de este mes. Y sí, los periodos vacacionales son excelentes para leer.
Estos dos factores hacen de los primeros días de este mes una fecha muy golosa para publicar nuestra obra. Además, también queda cerca del inicio de lo realmente interesante.
En abril, libros mil
Es más que probable que la Semana Santa caiga en abril y, como ya sabemos, esto lo convierte en una época propicia para las ventas. Pero no solo eso, sino que el 23 tenemos el Día del Libro. Muchas ciudades aprovechan esta festividad para celebrar su propia feria del libro. Esto significa librerías tomando las calles y poniendo sus tenderetes en plazas rodeadas de jardines en flor. El paraíso no debe de ser muy distinto a esto.
Hasta el cuarenta de mayo, vende como Pelayo
Como todos los isleños saben, en Autorquía Pelayo Corominas es el librero que más ejemplares vende de todos. Sentimos si no se entiende bien el titular, pero es un dicho que, pese a que nos lo acabamos de sacar de la manga, es perfectamente válido. Muchas de las principales ciudades —de nuevo, en España— celebran su feria del libro en este mes, destacando a lo bestia Madrid. O si acaso, entre finales de este mes y principios de junio, de ahí lo del cuarenta de mayo.
Ojo, aprovecha estos eventos, sobre todo las actividades paralelas a las ferias, ya que hay muchas en las que está prohibido vender libros que no hayan sido publicados por editorial.
Además, en mayo tenemos el Día de la Madre, que cae en el primer domingo del mes. Inmejorable.
El largo vacío del verano
Posiblemente, después de principios de enero, el período que va desde junio a finales de agosto sea el peor para la publicación de libros. Y eso que el verano es uno de los momentos predilectos por los lectores para agarrar uno o varios títulos y zampárselos. ¿Qué ocurre? Pues que los principales consumidores de literatura suelen aprovechar el tiempo libre para disfrutar esas obras que han ido adquiriendo desde marzo o incluso desde Navidad y que se les agolpan.
Es mejor evitar estas fechas para publicar. Aprovecha tú los tiempos muertos para repasar tu libro, editarlo o planear la publicación para algo más adelante.
La ardua vuelta al cole
Septiembre trae consigo infinidad de actividades y cosas que hacer y comprar. El mercado se llena de todo tipo de productos, por lo que hay demasiado ruido en el ambiente y se corre el riesgo de pasar desapercibido. Además, muchas veces los grandes grupos editoriales reservan estas fechas —desde finales de agosto— para lanzamientos de bestsellers, en muchos casos, largamente esperados. Por ello, no se recomienda publicar en septiembre.
Octubre y noviembre, OK
No son fechas especialmente señaladas. Tampoco son del todo malas. Son un total de 60 días para explorar. Eso sí, si vas a utilizar el Black Friday (último fin de semana de noviembre) que sea para una promoción especial, NUNCA para un lanzamiento. Corres el riesgo de ser silenciado por una avalancha de ofertas y publicidad agresiva.
La locura
Desde los últimos días de noviembre hasta mediados de diciembre, llega la locura consumista. Todo se saca a la venta y se publicita con mayor voracidad que nunca. La gente se siente rica y compra y gasta y vuelve a comprar. No lo pienses demasiado, para Navidad se vende de todo y mucho.
Esto, claro, te va a hacer competir contra los demás que han tenido la misma idea que tú. O sea, todo el mundo. Es como Los juegos del hambre, solo que más bestia y desalmado. De modo que ten una buena estrategia de promoción a mano o prepárate para morir arrastrado por la marea.
Afinando fechas
Como ya hemos dicho, estas son las fechas generales adecuadas al calendario de España. Suelen funcionar como un reloj —como un calendario, en este caso—, pero no son los únicos factores que debemos tener en cuenta a la hora de lanzar nuestra obra. A continuación, vamos a exponer más variables.
Día de la semana
Tradicionalmente, durante el fin de semana se vende más. Los consumidores tienen más tiempo libre para visitar tiendas, tanto online como offline. Por eso mismo, desaconsejamos los lunes —pese a que, por algún motivo, las ventas suelen ser también altas en ellos— y potenciamos los jueves.
¿Los jueves? Sí, ya que son la antesala del fin de semana y eso nos dará tiempo para dar a conocer la noticia justo antes del momento perfecto.
Momento del mes
Como ya se puede intuir en el repaso que hemos hecho a los meses del año, es preferible elegir días que se encuentren en la primera semana del mes entrante o en los últimos 2 o 3 días del mes saliente. El motivo es que, para entonces, las cuentas vuelven a estar llenas y los consumidores son más receptivos a gastar. Y si es un jueves 30, mejor que mejor.
Por lo tanto, procura evitar ese momento comprendido entre la quincena y los últimos días del mes.
Un ojo siempre puesto en tu público
Uno de los factores a tener en cuenta que puede saltarse las reglas anteriormente expuestas es tu público objetivo. Si tus lectores tienen un calendario propio, tú debes adaptarte a él.
Imagina que existe un evento de gran relevancia para tus seguidores o futuros seguidores. Pensar en el lanzamiento para que coincida cerca —mejor antes, claro—, puede ser una perfecta estrategia. Y si ello entra en conflicto con otras fechas, en principio, complicadas, ya no importará tanto.
A ti lo que te interesan son tus lectores, de modo que, si los tienes localizados, síguelos hasta donde haga falta.
Fechas especiales y conmemoraciones
Al igual que ocurre con los eventos especiales, a lo mejor hay una fecha muy concreta que deseas que coincida con la publicación de tu libro. Por ejemplo, si tu libro es una novela histórica cuya trama transcurre durante la Batalla de Leningrado, a lo mejor te conviene publicarlo el mismo día que se conmemora el fin del asedio nazi sin tener en cuenta otras consideraciones, en principio, más importantes.
De nuevo, ten en cuenta a tu público objetivo y solo plantéate este tipo de lanzamientos si te cuadra con él. Si a tus lectores les va a dar igual, pues a lo mejor no te importa sacarlo un poco antes o un poco después de esa fecha. Total...
De segundo apellido, Hype
Que publiques tu libro en una fecha concreta no te impide ir preparando a los lectores. Planifica bien tu estrategia y dale tiempo; no te lances de buenas a primeras. Esto te permitirá ir preparando a tus futuros lectores, ir anunciando que ya está el libro listo, que está siendo corregido y maquetado, avisar sobre qué va o qué ocurre en él.
También así tendrás tiempo de ir mostrando la portada, publicando la sinopsis, dando más datos importantes, abriendo un perfil en Goodreads, compartiéndolo. En resumen, ir creando expectación para que tus seguidores sepan cuándo podrán comprarlo.
Aquí también entra en juego la preventa de la que disponen plataformas como Amazon. También muy útil para asegurar ventas.
Las flores crecen entre las rendijas
Efectivamente, entre los resquicios de un calendario editorial saturado siempre hay huecos para publicar. Recuerda que eres un autor alternativo y que no seguir todas las normas es parte de su esencia. De modo que aléjate de las grandes fechas en las que hay tanto ruido y novedades y adéntrate en terreno desconocido. Eso sí, sigue evitando los malos momentos, que son malos con motivo.
(Sí, te estamos diciendo que explores octubre y noviembre, básicamente.)
Momentos a evitar
- Igual que es crucial estar atentos a las mejores fechas para nuestro público objetivo, debemos evitar como la peste aquellos momentos que sean malos para ellos. Por ejemplo, si estás enfocándote en estudiantes, flaco favor te harás si publicas en plena época de exámenes.
- Nada más terminar el libro. Así, por las bravas, sin planificar ni nada. PUM.
- Sin pasar el proceso editorial. Esto nosotros lo vemos muy claro, pero por si acaso lo ponemos aquí: no publiques si tu libro no ha sido correctamente revisado, maquetado y diseñado.
- Coincidiendo con el lanzamiento de una obra muy similar y mucho más conocida que la tuya. Ese pez te comerá.
- En general, coincidiendo con algún evento de gran importancia para el mundo aunque no esté relacionado con la literatura. Está claro que no vas a poder prever un atentado o una catástrofe natural, pero, si está en tu mano, para el carro antes de que esa otra gran noticia te eclipse.
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