Guía de Twitter para escritores en tiempos convulsos
Este artículo llevaba más de seis meses retenido por las autoridades competentes de la isla de Autorquía. El motivo era una queja formal llevada a cabo por la Asociación de Autores Ultrapacifistas, la Unión de Amantes del Lenguaje Exacto y #TwitterSucks. Bueno, también por el grupo Muerte a la Tecnología, pero estos siempre están en contra de todo.
El motivo era que no querían que se hablase de Twitter como herramienta para autores; querían desterrarlo definitivamente. Presentaron una lista con un buen montón de razones —muchas de ellas peregrinas y carentes de argumento—, entre las que sobresalen las siguientes:
- Su uso es confuso y contraintuitivo.
- Es muy complicado hacerse notar.
- Lleva irremisiblemente a la procrastinación.
- Es demasiado fácil caer en malentendidos o meter la pata.
- Las conversaciones son poco razonadas y siempre tendentes a discusiones sin sentido.
- La excesiva brevedad no beneficia a los escritores, especialmente a los de novela.
Enarbolando estos motivos —a los que no les falta razón— y usando otras tácticas menos limpias, estas asociaciones casi consiguen la erradicación del uso de la red social del pajarito en toda la república. Hoy vamos a mostrar por qué no se salieron con la suya.
No es oro todo lo que pía
Que queramos hacer una defensa de esta red no significa que la idealicemos. Es cierto que Twitter es, en una gran cantidad de países, la número dos del ranking solo por detrás de Facebook —algo que quizá cambie después de los cambios que la red de Mark Zuckerberg va a implantar próximamente en las fanpages—, pero eso no significa que sea la panacea. Si no trabajas bien la estrategia, lo más seguro es que termines fracasando, y eso en Twitter significa tirar a la basura cantidades ingentes de tiempo.
Por otro lado, la pátina de coolness y exclusividad que tenía esta red se ha ido desprendiendo poco a poco. Ha habido ciertos grupos que, conociendo la buena imagen del pajarito azul, han tratado de usarlo para influir en la opinión de los usuarios. No, no ha sido algo limpio. Tampoco podemos pasar por alto la fuerza que están cobrando ciertas facciones cuya única táctica es bombardear con su ideología y atacar a aquellos que piensan de forma distinta.
Vivimos unos tiempos convulsos donde la moderación y el respeto parecen ser valores secundarios. No pensamos que esto sea culpa de Twitter, pero sí que es cierto que quienes tienen menos interés en debatir acuden ahí para descargar su mensaje.
Para finalizar, al estar la inmensa mayoría de gente reconocida en esta red, es demasiado fácil perderse. Todo el mundo quiere dar su opinión, postear su día a día, decir lo que sea, y entre tanto tuit parece imposible no quedarse aislado, preguntándonos qué hacer.
Entonces, ¿la cerramos ya?
Pedimos disculpas si nos está quedando un artículo demasiado oscuro, pero consideramos necesario exponer todos los puntos de vista para ser lo más objetivos posible. Porque, pese a lo que digan sus detractores y pese a que todo indique que es una mala idea, Twitter es una de las mejores herramientas en tu mano como escritor.
Ojo, que no estamos diciendo que sea fácil. Por eso mismo te ofrecemos este post respondiendo una a una las objecciones que pusimos al principio.
Con paciencia y cariño
En respuesta a: «Su uso es confuso y contraintuitivo».
Es verdad que el primer contacto con Twitter suele ser áspero. Si bien rellenar el perfil no es algo demasiado complicado, la salida al timeline es, como mínimo, rara. Nuestras recomendaciones son las siguientes:
- No te vuelvas loco siguiendo perfiles por muy famosos que sean —suelen ser los más aburridos—.
- Ve probando cuentas poco a poco. Fíate de las recomendaciones de tus conocidos.
- Crea listas según tus intereses. De esta forma sabrás adónde acudir cuando busques algo en concreto.
- Navega por los hashtags, especialmente los referentes a las materias que más te interesen. Úsalos tú también, pero con moderación.
Yo también quiero ser popular
En respuesta a: «Es muy complicado hacerse notar».
Efectivamente, una de las cosas que tal vez frustran más a los usuarios novatos de Twitter es lo solos que se sienten. Nadie les sigue, nadie les hace caso. Esto también tiene solución:
- Menciona a usuarios o etiquétalos en las imágenes de tus tuits. Sé realista, hazlo con perfiles medios-bajos parecidos al tuyo para que haya más posibilidad de que te respondan. Y no te pases.
- Deja comentarios y contesta los comentarios que te dejen.
- Empieza siguiendo tú y ya te irán siguiendo.
- Sigue a quien te siga. Esto hará que mantengas tu nivel de seguidores al principio y te dará una reconfortante sensación de crecimiento. Recuerda que si sigues a alguien que resulta ser un plomo, siempre puedes dejar dejar de seguirlo —o silenciarlo—.
- Sé moderado con el número de tuits y retuits que publiques. Twitter admite una cantidad de publicaciones alta, pero para empezar te recomendamos que nunca pases de quince al día y que las espacies en el tiempo tanto como puedas.
- Si nadie se ríe con un tipo de chiste, lo más probable es que no sea bueno. Conoce y respeta a tus seguidores si no quieres quedarte más solo que Google+.
- Sé variado con tus publicaciones. Repite solo aquellas que funcionen mejor.
En este apartado hay que hacer un par de aclaraciones. La primera es que nadie tiene la obligación de responderte, mencionarte, seguirte o retuitearte porque tú lo hayas hecho primero. Respeta la decisión de cada uno y ten paciencia. La segunda es que no siempre merece la pena contestar. Nuestro consejo, y no va a ser la primera vez que lo oigas, es que evites las polémicas.
Controla al perezoso que llevas dentro
En respuesta a: «Lleva irremisiblemente a la procrastinación».
El punto número tres de la lista negra para desterrar Twitter es totalmente cierto: esta red puede arrastrarte a la peor de las procrastinaciones. Pero ante esto surge una pregunta lógica: ¿y qué no?
Hoy en día cada vez es más difícil prescindir de internet; es una herramienta necesaria para los escritores por muchos motivos. Y donde está internet está el peligro de perder el tiempo con cualquier cosa. Así que, sin prometer la luna, ahí van nuestras recomendaciones:
- Apaga el teléfono las horas que tengas estipuladas para trabajar.
- Utiliza aplicaciones que controlen tu tiempo en redes.
- Usa nuestra fórmula magistral para mejorar la productividad.
Si te mentalizas adecuadamente, no es necesario que te vayas a vivir a una cueva.
Calcula cada movimiento
En respuesta a: «Es demasiado fácil caer en malentendidos».
¿Cuántos casos de famosos ha habido que han dicho algo muy estúpido en Twitter y se han convertido en el hazmerreír? Seguro que conoces unos cuantos, y más seguro todavía que no van a ser los últimos. Que conste que no pretendemos meterte miedo, pero sí que debes tener en cuenta esta serie de recomendaciones:
- Revisa todos tus tuits. Con eso de que son cortitos, no parecen importantes, pero es mejor estar seguros de que no se puede sacar de ellos otras lecturas que no te interesen.
- Contrasta la información antes de compartir u opinar. Repasa la cuenta de Maldito Bulo, por ejemplo. También aplicable a la vida offline.
- Procura observar otros puntos de vista distintos antes de opinar.
- Relee bien, asegúrate de que no estás reaccionando ante una broma.
- Procura ser positivo y cordial.
Odio a todos menos a mí
En respuesta a: «Las conversaciones son poco razonadas y siempre tendentes a discusiones sin sentido».
Efectivamente, tal y como dijéramos antes, Twitter es el punto de reunión de mucha gente cabreada, desinformada y malintencionada. También hay muchas cuentas centradas en hacer el bien, no lo olvidemos, pero, por algún motivo, tienen menos relevancia. De modo que, para que no caigas en discusiones de las que luego es más complicado salir que de Ikea, asegúrate de valorar lo siguiente antes de tuitear:
- ¿Es útil para ti?
- ¿Estás 100% seguro de ello?
- ¿De verdad afecta a tu vida?
- ¿Va a servir para mejorar de alguna manera el mundo que te rodea?
- ¿Va a ofender a alguien?
Si estas preguntas te suscitan dudas, siempre te vamos a recomendar que no entres bajo ningún concepto en una discusión. Evita las polémicas.
Si eres escritor, escribe
En respuesta a: «La excesiva brevedad no beneficia a los escritores».
Nos gusta que este punto se haya quedado para el final. ¿Cómo que la brevedad no beneficia a los escritores? Todo lo contrario. Dominar el idioma Twitter es sinónimo de dominar el lenguaje, ya que si eres capaz de decir mucho en poco espacio le estás diciendo al mundo que sabes de esto y que merece la pena leerte.
Además, desde que la restricción de 140 caracteres pasó a ser de 280, es mucho más fácil poder expresar ideas complejas en un solo tuit. Aquí tienes más recomendaciones:
- Cuéntale al mundo tus ideas en hilos. Podrás desarrollar mini posts muy fáciles de leer. Eso sí, no te pases con la extensión y prepáralos un poco antes de embarcarte.
- Apoya tus tuits con imágenes y GIFs. Hay quienes han hecho un arte de esto.
- No busques agotar siempre los 280 caracteres. Los mensajes cortos siguen siendo los más efectivos.
- Demuestra lo mucho que pilotas con microrrelatos, poemas, haikus o palíndromos.
Otros consejos a tener en cuenta
- No hagas spam (mucho hemos tardado en decirlo).
- Para Twitter se aplica SIEMPRE el decálogo de buenas prácticas en redes sociales.
- Rellena tu perfil al completo.
- Controla que tus tuits no contengan erratas ni faltas gramaticales ni de ortografía. Tienes que respetar esto especialmente, que eres escritor.
- No uses abreviaturas ni lenguaje de chat. De nuevo, eres escritor.
- Sí emojis, siempre que sea con moderación. La escritura jeroglífica estuvo muy bien, pero en su momento.
- Haz encuestas como forma de conocer mejor a tus seguidores.
- Spam, no; caca.
- Participa en iniciativas como concursos de tuits. Hay editoriales como Cerbero o Cazador de ratas que han publicado material procedente de los tuits de sus seguidores.
- No hables solo de ti o tu obra. Procura tener una actividad compensada e interesante.
- Si no hablas solo de ti ni de tu obra, no lo hagas tampoco de otros autores que no eres tú. El spam indirecto no deja de ser spam.
- Por cierto, no hagas spam, bonico.
- Usa un nombre de perfil que te represente. Mejor @RaquelSuarezEsc que @Sa_rAke_rEshULona.
- Anuncia tu perfil en tu blog y ten dispuestos botones para que te encuentren en Twitter.
- Evita las publicaciones automáticas de aplicaciones o redes sociales externas, como: «Estoy comiendo pizza hawaiana en Pollos Hermanos y es bien», por ejemplo.
- Hay quien opina que los mensajes privados automáticos a nuestros nuevos seguidores son una buena idea. PUES NO LO SON.
- ¿Qué se le dice al spam? Así nos gusta.
Que no lo decimos solo nosotros
Una muestra de la importancia de Twitter hoy en día para escritores como tú es la cantidad de contenido que las principales webs y blogs especializados le dedican. Aquí te dejamos una fina selección de artículos que tratan este tema:
En Marketing Online Para Escritores publicaron esta guía fantástica de Twitter orientada solo a escritores con muchísimo material de calidad y cosas de Harry Potter. Todo es mejor con Harry Potter.
Nunca nos cansaremos de recomendar este maravilloso artículo de Gabriella Literaria sobre cómo compartir contenido en redes sociales y que es especialmente útil en Twitter.
Recién salido del horno, este post de Excentrya hace una reflexión sobre el papel de las redes sociales en el trabajo de escritor.
Y si quieres echarte unas risas mientras aprendes sobre esto, no dejes de leerte este artículo de David Olier que te muestra las 10 formas de [hacerlo mal] en esta red social.
Ahora sí estás preparado para Twitter.
¿Quieres más recursos de comunicación en redes sociales? Eso y mucho más lo puedes encontrar en nuestro Manual de autopublicación, la guía más completa de autoedición. Y esto tampoco lo decimos solo nosotros.
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